Séneca, "De vita beata"
Dado que empieza un nuevo año y los nuevos propósitos comienzan a llenar las cabezas de cada uno, qué mejor mérito que la firme intención de ser felices. Para ello analizaremos uno de los planteamientos de nuestro filósofo cordobés más internacional, nuestro querido Séneca. Porque las reflexiones de los antiguos están más vigentes que nunca.
Concepto de la felicidad.
"Todos
los hombres, hermano Galione, quieren ser felices, pero intentan
descubrir aquello que les hace ser felices en la vida, yendo sin
observar, y no es fácil conseguir la felicidad, porque cuanto más la
buscas, más te alejas de ella si has seguido el camino equivocado"
Ésta
es la idea de la felicidad según Séneca, tal como escribió en su obra
"De vida beata" (Sobre la felicidad). Séneca, durante toda su vida,
intenta explicar las razones que llevan a los hombres a buscar la
felicidad, y cuál es la manera más eficaz de obtenerla. Él era una
persona asmática, y esta angustia entre la vida y la muerte está también
reflejada en su búsqueda de la felicidad, pensando en el
aprovechamiento de la vida como la única manera de vivir. La vida es
breve, por lo que no debemos perder las oportunidades que nos brinda.
Horacio
en sus poemas decía como máxima: "Carpe diem", es decir, "coge el día, coge el
momento", disfruta del día, y no pienses que pueda llegar otro igual,
porque no puedes saber lo que sucederá mañana; por ello, mientras tanto,
aprovecha la vida, porque la vida "debe ser vivida". Si nuestra vida es
suficiente para hacer cosas importantes, nuestro deber es hacer esas
cosas importantes. Ésta es la mentalidad latina: es verdad que estamos
en el mundo para disfrutar de manera general de las cosas, pero se debe
también considerar que estamos aquí para hacer algo notable, que dejará
nuestra propia huella en la prosperidad.
Séneca en "De
vita beata" elabora una aproximación a eso que podríamos llamar "Guía
de la felicidad", donde afirma que la felicidad es la búsqueda de la
"ataraxia" (la "no preocupación"), en el sentido de que debemos
eliminar los pensamientos sobre las cosas innecesarias. Debemos aspirar
a la tranquilidad y serenidad del alma. Este estado de calma interna
es entrenable, basándose en ejercicios de autocontrol.
En nuestra
búsqueda de la felicidad, lo primero que debemos hacer es saber
claramente lo que deseamos; después, buscaremos la vía para llegar a
ello; y durante el viaje deberemos cada día darnos cuenta de lo que
dejamos detrás y de cómo se acerca nuestro objetivo. Además, a medida
que llegamos a nuestro destino, debemos también asegurarnos de que
llegamos a aquello que realmente queríamos. Sin duda, es una filosofía
muy moderna si consideramos que fue concebida en el siglo I a.C.
Para
terminar su discurso, Séneca llega a la conclusión de que, ya que
todos moriremos, es mejor afrontarlo con optimismo y felicidad. La vida
es un viaje lleno de ventajas: el camino debe ser escogido por ti.
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