Una investigación analiza la construcción cultural del desnudo en los mosaicos romanos
Leda y el cisne, mosaico originario de Astigi que se conserva en el Museo Municipal de Écija. / Luz Neira/ UC3M
El desnudo femenino en los mosaicos
romanos exalta la belleza, la carnalidad y el erotismo, mientras que el
del cuerpo masculino refleja determinación, fuerza y poder. Estas son
algunas de las conclusiones de una investigación de la Universidad
Carlos III de Madrid, que analiza la construcción cultural e
implicaciones ideológicas de estas representaciones artísticas en las
que predomina el desnudo de la mujer frente al del varón.
“A
juzgar por las imágenes del desnudo en los mosaicos, se exalta de modo
general la belleza, la carnalidad y el erotismo de la figura femenina,
por medio de una sutil combinación de distintas representaciones del
busto y el vientre, o la espalda y las nalgas, que reflejan el cuidado
del cuerpo y su disponibilidad; mientras el desnudo del cuerpo
masculino, igualmente integral pero musculado, muestra determinación,
fuerza y poder”, indica la investigadora.
El desnudo femenino exalta la belleza, la carnalidad y el erotismo; el masculino, la determinación, la fuerza y el poder
Más desnudos femeninos que masculinos
El
tratamiento profundamente asimétrico de los cuerpos masculino y femenino
es evidente y, por tanto, constituye un reflejo de las relaciones de
poder, según los investigadores.
“Las figuras femeninas predominan
en las escenas de mosaicos, aunque también se documentan
representaciones de algunos varones”, comenta la profesora. En este
sentido, las principales figuras masculinas suelen ser o bien deidades,
héroes y seres mitológicos, o bien luchadores y atletas.
En contra
de lo que podría presuponerse, estas imágenes no estaban limitadas a
las zonas más privadas de la vivienda. De hecho, se documentan en
diferentes salas de recepción de la casa y en estancias termales, de
titularidad tanto pública como privada, donde el impacto de estas
imágenes, en ocasiones cubiertas por las aguas, debió de ser realmente
sugerente, comentan los investigadores.
Un ejemplo muy revelador
es una representación de Ariadna o de las Nereidas que muestra a una
figura femenina desnuda recostada sobre un animal marino, con un brazo
tras la cabeza en una posición y con un gesto que ha sido interpretado
como de disponibilidad hacia el otro.
“Los desnudos elegidos para
decorar pavimentos de estancias domésticas son el resultado de la
elección de los individuos más privilegiados de las elites y reflejan su
mentalidad, lo que nos lleva a plantearnos que su contemplación
suscitaría una serie de sentimientos, respuestas y actitudes”, apunta
Luz Neira.
“Tal y como se señala en el libro, la imagen reflejada
es un dispositivo de evocación, un emblema de todo aquello que vemos sin
ver y, a la vez, de lo que querríamos ver y no vemos. Y es que la
imagen reflejada es, valga la redundancia, un reflejo del funcionamiento
del cerebro, del subconsciente, un lenguaje de emociones”, concluye.
Referencia bibliográfica:
Luz Neira.
Desnudo y Cultura: "La construcción del cuerpo en los mosaicos romanos"
(coordinación y edición). Creaciones Vincent Gabrielle (CVG), Madrid,
2013.
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